25 de septiembre de 2023

Radio AYMARA

La Voz de los que No Tienen Voz

El desfile se realizó en la avenida 6 de Marzo. | Foto: APG.

Fiesta de civismo y talento, El Alto celebra su aniversario con un desfile

(La Paz, 03 de marzo de 2023 ). – Fieles a su hábito, miles de ciudadanos alteños llegaron antes de la hora prevista al desfile organizado por la Alcaldía de El Alto, en la avenida 6 de Marzo, que representa para los alteños la fecha más importante por la conmemoración de un nuevo aniversario, el 38 en esta gestión.

El programa señalaba a las 07.00 como hora del inicio del Desfile Cívico Militar y Policial, sin embargo, dos horas antes los dirigentes y sus bases se acomodaban con sus estandartes a lo largo de la avenida. El punto de partida estaba fijado en el Regimiento Ingavi, lugar al que se sumaban cientos de personas con el paso de los minutos.

El Alto pasó de ser un municipio secundario a la capital paceña a convertirse en la segunda ciudad más habitada del país. Este viernes el desfile congregó a centenares de personas, unas en el palco como autoridades, otras en medio de las marchas con sus organizaciones y más observando el espectáculo y aprovechándolo como una fuente de ingresos.

A la celebración del 38 aniversario se unieron autoridades del Gobierno. A las 07.30 llegaron el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, quienes participaron de una ceremonia ancestral. Luego, junto a la alcaldesa Eva Copa, encabezaron la caminata rumbo al palco oficial instalado entre las calles 3 y 4 de la avenida 6 de Marzo.

Una brisa fría acompañaba las primeras horas de la mañana y pese a ello, los vecinos de la urbe alteña permanecieron firmes esperando su turno para el ingreso al desfile y así demostrar su cariño y agradecimiento al municipio que los cobija.

DESFILE

En las cuadras de recorrido destacó el civismo. Los cantos de los himnos, la música autóctona y hasta un despliegue de talento de uniformados de Bomberos y artesanos marcaron las marchas frente a las decenas de personas que se reunieron para apreciar el desfile.

Después de concluir el recorrido, los asistentes buscaban un tradicional fresco de k´isa para saciar la sed o un delicioso fiambre, que para los alteños es la comida al paso infaltable. Ninguno de estos faltó, las vendedoras estuvieron prestas para atender a la población.

La Razón conversó con vecinos que participaron de la actividad. Uno de ellos fue Mario Callizaya, quien vive en la zona Alto Lima desde 1999 y fue testigo de la transformación de su ciudad.

“Desde aquel tiempo hasta esta fecha la ciudad de El Alto ha crecido pujantemente, ha empezado a desarrollar de lo que era en ese entonces la 16 de Julio, la Ceja y ahora los distritos más grandes están en el sector Sur y Norte. Vemos con satisfacción que nuestra ciudad está creciendo constantemente”, dijo.

Callizaya es dirigente de los trabajadores por cuenta propia afiliados a la Central Obrera Regional (COR) de El Alto. Considera que por su crecimiento poblacional, El Alto necesita mejoramiento de la infraestructura pública, es decir, calles, avenidas y áreas de recreación para los niños y jóvenes.

EL ALTO

Álex Morales, dirigente del magisterio urbano de El Alto, es vecino por más de 50 años y comparte el criterio de una búsqueda de mejora. Cree que el progreso debe ir acompañado de una dirigencia vecinal que tenga ese propósito y no se sirva de los vecinos para conseguir apetitos personales.

“Hay que levantar en El Alto las banderas de la independencia política y sindical frente a cualquier gobierno de turno nacional y departamental; de esa manera nos vamos a hacer respetar como era antes. Hoy en día El Alto está abandonado, las calles un desastre, la basura galopa, la inseguridad ciudadana está a la orden del día”, señaló a La Razón.

Marleny Quispe es vecina de la zona Mercurio y es una de las centenares de trabajadoras del aseo urbano. Para cumplir con el servicio al municipio, se despierta a las 04.30, cuando otros todavía duermen.

La trabajadora considera que la población está en proceso de aprendizaje. Ve urgente que cambie sus hábitos en cuanto a la disposición de los desechos sólidos para facilitar el trabajo de sus compañeros y, por lo tanto, mantener una ciudad limpia.

“Les falta a los vecinos mucha educación en el área de limpieza porque la gente bota mucha basura. Tenemos que ser bien aseados, todos los días levantamos toneladas y toneladas de basura, pero después de todo es bonito vivir en El Alto”, dijo, tras desfilar con su escoba en manos, cual si fuera su arma.

HISTORIA

El vecino Franklin Troche contó que en sus inicios El Alto era un inmenso “pajonal” que ahora está colmado de edificios y vehículos, cuando en la década de los 60 eran escasos los inmuebles.

“Vivo en esta ciudad desde 1965, cuando Ciudad Satélite era la única urbanización. Recuerdo que había quioscos del Bolívar y Strongest en la entrada de la Ceja, por ahí pasaba el tren. Después era un pajonal El Alto, se ha ido superando y la gente se ha ido expandiendo al extremo de que es la segunda ciudad más poblada de Bolivia”, relató a La Razón.

Yolanda Romero es una comerciante que madruga para preparar su material de trabajo, vale decir su carrito, sillas y la infaltable ch’iwiña (sombrilla) con lo que sale a ofrecer fresco hervido.

“Los de El Alto siempre somos bien trabajadores; yo despierto a las tres o cuatro de la mañana para preparar y vendo en cualquier ladito para ganar un poco. No solo vendo fresco sino lo que haya, ensaladita de fruta o comida, lo que se pueda hacer según a la ocasión, hay que llevar el pan a la casa”, explicó.

Romero agregó que las debilidades de El Alto son la infraestructura vial, seguridad, áreas de recreación y ordenamiento del transporte, toda vez que son muy pocos los choferes que respetan sus rutas y recorridos.

Las autoridades se comprometieron a escuchar a los vecinos, la amplia población de El Alto que espera con ansias el Censo que refleje su evidente amplio crecimiento. Los aplausos del desfile fueron también gritos de protesta en múltiples ocasiones, por parte de la gente del municipio, orgullosa de su lucha y esperanza de progreso y mayores oportunidades.

/RA/Fuente: La Razon